A ver si no vamos a tener invierno y estamos todo el año con el abrigo guardado (pensaban algunos)...pero no, parece que este fin de semana, nos tendremos que despedir de las temperaturas agradables y el cielo soleado que por otro lado, no ha dejado crecer a nuestras setas. Y coincidiendo con esto y oyendo la radio esta mañana, me he acordado del año que no hubo verano. Imagínate! sin playa, sin piscina, sin excursiones, barbacoas...pues pasó y gracias a ese no-verano, nacieron personajes como Frankestein
En
1816, el tiempo se volvió loco. Las heladas arruinaron los cultivos en Europa,
y en Norteamérica, la sequía hizo otro tanto; en ambos lugares faltaron
alimentos. En Asia se alteró el ciclo del monzón, dando lugar a devastadoras
inundaciones. Los caminos se poblaron de refugiados climáticos, campesinos
hambrientos que mendigaban comida. El frío no remitió siquiera al aproximarse
la temporada estival. Hubo nevadas hasta mediados de junio ¡y en Roma cayó
nieve rosa! El trastorno climático dejó al hemisferio norte sin verano, y tuvo
otro impacto menos conocido: sirvió de catalizador de una de las obras
literarias más influyentes de la modernidad.
Un
súbito trastorno climático desencadenó un enfriamiento general que obligó a
unos viajeros ingleses a pasar sus vacaciones suizas en una villa de Ginebra.
En aquel grupo de amigos estaba la escritora Mary Shelley. Confinados por el
mal tiempo, decidieron, para entretenerse, escribir historias de horror, una de
las cuales haría época: Frankenstein.
Sigue leyendo...
http://www.heraldo.es/noticias/suplementos/tercer-milenio/divulgacion/2016/07/13/el-ano-sin-verano-que-engendro-frankenstein-964052-2121028.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario